
Helsinki en 4 días
- Posted by Oier Martinez Violet
- On 09/05/2018

–
El pasado puente de mayo (27 de abril – 1 de mayo) nos escapamos 4 días a Helsinki. Los dos teníamos pendiente visitar esta capital nórdica (que no escandinava), por lo que decidimos aprovechar el puente.
Para los que os preguntéis si además de Helsinki visitamos alguna ciudad más, la respuesta es no. Aunque pudimos visitar Turku (a 2h en tren) o coger un ferry a Tallín (Estonia), decidimos invertir los 4 días en Helsinki y exprimir las diferentes opciones de la ciudad.
Volamos en el vuelo nocturno de Finnair desde Barcelona a Helsinki. Sale a las 22:45h y llega a las 03:45h a Helsinki. Las alternativas a este vuelo cuando lo reservamos eran, o escasas (no hay más vuelos directos en estas fechas), o con peores horarios (salir a medio día y llegar a última hora de la tarde). El vuelo directo hasta Helsinki son 4h, que pueden hacerse un poco largas. Por suerte, nosotros reservamos 2 asientos de emergencia y conseguimos dormir bastante.
¿Cómo llegar del aeropuerto de Helsinki - Vantaa al centro?
El Aeropuerto de Helsinki no es muy grande, pero dispone de 2 terminales y varias formas de llegar al mismo. Lo más rápido y sencillo, si no se conoce la zona, es coger el tren que va al centro, que tarda 30 minutos. Al ser una línea circular, puedes coger el primero que pasa, pues ambas direcciones tienen como fin la estación central de Helsinki. Lo único, el primer tren sale del aeropuerto a las 05:01h, por lo que nos tocó esperar un poco (horarios aquí). El billete de ida cuesta 5€.
¿Dónde alojarse?
Cómo planificamos el viaje en noviembre (6 meses vista) tuvimos bastante tiempo para revisar los precios de los alojamientos. En general, cualquier alojamiento (apartamento, hotel…) de calidad media y bien ubicado para 3 noches costaba entre 220€ – 350€. Aunque en principio nos decantamos por un apartamento (ahorro en comidas, cenas y desayunos), finalmente reservamos en el Hotel Hilton Strand, pues nos incluía desayuno y solo costaba 40€ más por persona, lo cual compensaba. También influyó el poder dejar las maletas en la recepción a las 6am y tener la habitación a las 12:00h (y poder dormir un rato).
El hotel Hilton fue todo un acierto. A veces, merece la pena invertir un poco más en el alojamiento (aunque cuando pagas duele un poco), pero luego lo agradeces. Como no había mucha gente en el hotel, nos subieron de categoría de habitación (es importante tener siempre el programa de fidelización del hotel). Terminamos ahorrándonos mucho dinero, pues el hotel tiene un lounge en el que servían la cena (18-19:00h), por lo que no gastamos en este apartado.



¿Qué hacer en Helsinki?
Aunque fuese el último fin de semana de abril, hacía frío (¡3ºC al aterrizar!). Helsinki está bastante al norte, por lo que, aunque viajes en pleno agosto, te recomendamos lleves algo de ropa de abrigo (un jersey gordo o una chaqueta algo más abrigada) por si acaso.
Después de dejar las maletas en el hotel y hacer una ‘parada técnica’ salimos a conocer la ciudad a eso de las 06:30h de la mañana. El amanecer había sido a las 5 de la mañana, por lo que ya era de día y la hora no supuso un problema y decidimos dar una primera vuelta por el centro: estación de tren, mercado del puerto y catedral, hasta terminar, en el ya clásico Mcdonalds desayunando a las 8:00h.
Nota: El ‘clásico’ McDonalds es debido a que no es nada fácil encontrar sitios abiertos a primera hora de la mañana en fin de semana, por lo que cada vez que hemos cogido un vuelo nocturno y pateado una ciudad a primera hora, hemos terminado ‘desayunando’ en un McDonalds, esta cadena de comida rápida tiene un café aceptable.

Después de desayunar decidimos visitar un poco más la ciudad, e ir al hotel para hacer el check-in y dormir un poco. A la tarde, aprovechamos para visitar la zona norte de la ciudad, en donde se encuentran varias mansiones de la época rusa, el estadio olímpico y el monumento a Sibelius (un compositor nacionalista Finés muy conocido), entre otros.
Cerca de este último se encuentra en Café Regatta (o Kahvia Regatta, en finés), que está situado junto al mar. Es un café que encontramos en la página web de MyHelsinki, y queríamos visitarlo, al ser un poco alternativo pero con una situación excepcional. Como hacía sol, decidimos quedarnos hasta ‘casi’ el anochecer (22h). Café y un chocolate, 5€.


El domingo nos llovió, lo que nos obligó a re-planificar un poco. Decidimos visitar el museo de diseño y el Ateneum (pinacoteca, autores fineses). Aunque es posible que muchos no os acordéis (o, ni siquiera los hayáis conocido), el famoso fabricante de móviles Nokia tiene su sede en Espoo (ciudad vecina de Helsinki), por lo que parte del diseño y proceso de fabricación de estos móviles se explica en el museo de diseño. El museo, no está focalizado tanto en el diseño de los elementos, sino en cómo se han diseñado, y porqué se han diseñado de esa manera. Helsinki además dispone de un ‘Design district’ en donde, además de encontrar múltiples cafés, también se encuentran tiendas de ropa y pequeñas galerías que son muy interesantes.
El Ateneum está situado en un edificio neoclásico junto a la estación central, por lo que es muy fácil de encontrar. Aunque es un museo pequeño (y caro en proporción, 13€), contiene algunas obras interesantes de Van Gogh (fue el primer museo en poseer una obra suya) y Edvard Munch (autor de ‘El grito’), además de otros conocidos pintores fineses.
Como el día siguió lluvioso, decidimos realizar una ruta turística en tranvía cogiendo la línea 2 y 3, que circunvala todo el centro y lugares más emblemáticos de la ciudad. Todo un acierto, que promociona hasta la empresa de transporte público (HSL) y os lo recomendamos. Aquí os dejamos el folleto que utilizamos para la visita, con toda la información y elementos a visitar cerca de las paradas. Calculad que necesitaréis 2h para realizar la ruta completa y visitar, sacar fotos, etc. El ticket de tranvía cuesta 2,20€ si se compra a través de la app de HSL. Os recomendamos comprar el ticket de día completo (9€), que es lo que hicimos nosotros.
El lunes, visitamos la isla de Suomenlinna, que está catalogada como patrimonio de la humanidad. Esta pequeña isla, situada enfrente de la plaza del mercado fue una fortaleza naval hasta mediados del siglo XX utilizada por Suecia, Rusia y finalmente, Finlandia. En la actualidad, es un complejo de libre acceso que contiene varios museos, cafés y restaurantes por el que es muy agradable pasear en día soleado. Nosotros pasamos allí la mañana y hay varias cosas que no os podéis perder:
Datan de la época rusa (mediados del siglo XIX) y son una monada. En la actualidad, estas casas albergan varios cafés.
Nosotros lo encontramos lleno 🙁 Data de la época sueca y aquí suelen reparar barcos de madera. Es el más antiguo que se conserva en Finlandia.
Al sur de la isla, en la zona conocida como Kustaanmiekka se puee ver la estructura de fortaleza y bastión original de la isla. Todavía se conservan varias baterias navales de la época rusa y es posible visitar algún que otro bunker. En días soleados, es muy ameno porque tiene vistas a toda la bahía.
La monumental Puerta del Rey es el emblema de Suomenlinna, y os encontraréis menciones a ella a lo largo de toda la isla. Data de 1754 y es la puerta de entrada ceremonial a la fortaleza, eligiendo para su emplazamiento el lugar en el que ancló el buque que transportaba al fundador de la fortaleza, el rey Adolfo Federico de Suecia.
-
- Dique seco
-
- Bunkers
-
- Fortaleza
-
- Casa de madera
Nos hubiese gustado visitar alguno de los museos militares que tiene la isla (¡sobre todo el submarino de la Segunda Guerra Mundial!) pero muchos estaban cerrados. Solo abren en temporada de verano (08/05 al 30/09).
A la isla se llega en transbordador, que parte desde la plaza del mercado cada 15-20 minutos. Está incluido en el ticket de transporte día de HSL. Billete individual 2,2€ desde la app.
Y como víspera del 1 de mayo, en Finlandia se celebra la fiesta de ‘Vappu’, en la que, entre otras cosas, se celebra el comienzo de la primavera (tened en cuenta que hasta abril nieva en Helsinki…). Aunque la festividad propiamente sea el día 1 de mayo, desde el día 30 ya se celebran (eventos en la calle, cenas, fiestas…). Y ya que estábamos allí, ¡pues nos unimos!
A modo de curiosidad, si bien son los alumnos universitarios los que mayoritariamente salen de fiesta con unos coloridos y característicos monos, esta fiesta la celebra gente de todas las edades.
Por supuesto, el 1 de mayo a primera hora (09:00h) ya estaban otra vez de fiesta, preparando picnics aunque lloviese y bien pertrechados de alcohol (¡No os imagináis lo que pueden beber!). Para los fineses, La festividad de Vappu es equiparable a la Nochevieja en España. Y como todo primero de mayo, no faltó la correspondiente manifestación
¡La escapada no dio para más! El martes a mediodía salimos de vuelta al aeropuerto para hacer la ruta a la inversa: Helsinki – Barcelona. Como Oier vuela bastante, consiguió 2 entradas para el lounge de Finnair, por lo que aprovechamos las horas previas al vuelo para disfrutar del relax de la sala y comer.
0 Comments